El sabado amanece con niebla pegadita al rio y en toda la margen izquierda, así que como habiamos quedado en intentar buscar el sol fuimos hacia la carretera de Valencia. La verdad es que levantarte por la mañana y desde el balcón de tu casita no ver practicamente nada no anima a la practica del pedal, pero bueno es lo que toca en Zaragoza.
No pintaba bien por la mañana, niebla y fresquito |
A las nueve en la gasolinera de Valdespartera nos juntamos unos cuantos y encaramos una más que agradable jornada de pedaleo hasta la villa de Longarés, donde dicen que "seis huevos son tres pares". Acertamos en las previsiones y el sol enseguida nos saludo a la salida de Zaragoza y como muestra del buen día nos tomamos unos cafecitos en la terraza del bar de la citada villa.
Disfrutando de la terracita, el sol, el café y los amigos |
El regreso fue movidito a Zaragoza, un par de cosas ayudaron: el viento soplaba ligero y muy favorable a un buen rodar y la otra, Angel "El letrado" salió del café como dispuesto a marcar vuelta rápida. Una vez neutralizado seguimos con ese fácil rodar que nos caracteriza (sobre todo en llano y bajaditas) y nos plantamos en poco más de tres cuartos de hora en Zaragoza.
Mientras Ignacio y Angel tenían compromiso gastronómico por tierras sorianas e iban con prisa, el resto, Patricia, Agustín, Carmelo y yo mismo nos fuimos a acompañar a Dani un ratito hacia La Muela, desde donde había bajado en bici por la mañana.
Una vez nos separamos de Dani en el poligono de Plaza Imperial, vino la anecdota de la jornada: Nos decidimos a completar unos kilometritos de más hacia la clásica vuelta del aeropuerto, por Garrapinillos, Utebo y volver por la de Logroño. Del cuarteto que formabamos todos nos enteramos de donde ibamos, pero Carmelo al paso de cada pueblo decía el nombre del mismo: "Garrapinillos, Garrapinillos, oye tú, oye tú, Garrapinillos". En su defensa decir que pasamos bastante rapidito por todos ellos y Carmelo "El aguelico" nos comentó al acabar la completada de kilometros "estoy muy contento, vaya vuelta turistica nos has dado y vaya como hemos tocado el violín".
Carmelo "tocando el violín" en su reciente Camino de Santiago |
Agustín fiel a su personalísimo "entrenamiento francés" todavía alargó un poquito más repitiendo otra vuelta aeroportuaria. Genio y figura. Cinco horas de bici.
1 comentario:
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