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sábado, 6 de julio de 2013

QUEBRANTAHUESOS 2013: La crónica de los López.



Por fin llegó la Quebrantahuesos. Y pasó. Ya hace dos semanas, pero nos dejó un recuerdo que perdurará mucho tiempo. Porque nos gusta la bicicleta, porque nos gusta el ambiente que crea, porque nos da muchas cosas en todos esos kilómetros robados a nuestras familias y agendas, porque hace que seamos especiales (para bien y para mal), porque forja relaciones y crea grupos de gente que merecen la pena, porque nos hace sentirnos bien.

Para Patricia y para mí esta Quebrantahuesos tenía un carácter especial. Cuando empezamos este año 2013 nos marcamos el 22 de Junio como objetivo principal. Queríamos bajar tiempo (6:35 era la referencia anterior de Patricia). Queríamos bajar de 6:30 por aquello del atractivo de los números redondos y queríamos bajar de 6:28 que era la mejor marca en féminas conseguida por una no profesional, la formidable Lourdes Cayetano.  Mi hermana, aunque no me lo dijo en ningún momento, también tenía en mente el ganar la prueba. Le hacía mucha ilusión poder dedicarme  una victoria veinte años después de la mía. Era un homenaje enorme que ella guardaba dentro y que pensaba cumplir este año.

El viernes subimos a Sabiñanigo a media tarde, como ya es habitual desde 2010 cuando empezamos esta aventura. Una visita rápida a las carpas comerciales, saludos a los amigos y recogida de los dorsales con el chip. Este año todo integrado en la placa de manillar y sin dorsal de papel que colgar en el maillot. Descargar las bicis, un último repaso a los temas técnicos, colocación de los dorsales y preparación de la ropita del día siguiente. Al final el tiempo parece que será bueno, salvo algo de fresco bajando Somport. Así que de corto y manguitos. Patricia llevará chaleco porque es un poco más friolera y no se la quiere jugar bajando. El frio del 2010 todavía lo tiene en la mente, me digo yo sonriendo. Preparamos unos buenos platos de pasta, algo de postre ligero, una última charla antes de ir a la cama a… no dormir por supuesto. Desde mi cama oigo durante gran parte de la noche como Patricia da vueltas en el otro cuarto. Lo suyo es normal, suele dormir poquito las noches de antes, pero lo mío no. Hacía muchos años que no me costaba conciliar el sueño antes de una prueba de estas. Me doy cuenta que aunque no lo haya notado los nervios están ahí y la tensión de tanto tiempo está a punto de acabar. Quedan unas pocas horas para desvelar todo.


Despertador tempranito. Un par de cafés. Tostadas y algo de fruta. Nos vestimos, damos masaje calentador y salimos del apartamento al punto de encuentro. Nos reunimos con José “Conku”, con Sergio y Kake para ir a la zona de salida que nos han asignado (Gracias Roberto y Fernando, un detallazo). Entramos al cajón y nos faltan veinte minutos que se pasan muy rápidos. La táctica es fácil: Patricia marca el ritmo, Patricia manda. Yo abriré el grupo y José, Sergio y Kake harán de cierre de nuestro mini-grupo. En esos últimos momentos me doy cuenta de que lo que más me preocupa es un imprevisto, un pinchazo, una caída… el trabajo está hecho a la perfección. El estado de forma de Patricia es magnífico, si todo va normal conseguiremos los objetivos. Mucha gente saluda a Patricia en la salida, que pasada lo que han cambiado las cosas en cuatro años. De ser “la chica”, el punto simpático en la grupeta, a ser simplemente Patricia, una más y muy bien considerada. Se lo ha ganado a pulso.

Sergio, Kake, José Manuel, José y Patricia. Sonriendo en el cajón.

Salimos. Cronometro en marcha. Primer vistazo al reloj.
Las 7:30. Por fin. Puntualidad escrupulosa, cohete al aire y salida por las abarrotadas calles de Sabiñanigo. Es increíble cómo se vuelca esta gente con la prueba. La salida es normal, no se va tan rápido como otras veces. De hecho en seguida nos encontramos en cabeza de la prueba. Qué bonito volver a estar en cabeza tantos años después, la Tata y Conku van alucinados. Todo el asfalto por delante con los coches de apertura de marcha y la Guardia Civil. A Conku le dan ganas de ponerse el primero pero es muy educado, a la par que respetuoso,  y se queda dónde está. La gente mira con extrañeza a Patricia en algún rato “¿Pero esta tía que hace aquí?” parecen preguntarse.

Momento impagable. Rodar en cabeza de una marcha de 8.000 ciclistas.

Empezamos Somport. Mis piernas van geniales. Las de Patricia también. El repecho de Villanúa y fusileros los pasamos sin enterarnos. Es la primera vez que me doy cuenta que puede ser un gran día. Seguimos en cabeza y Patricia no ha dicho ningún “menos”. El ritmo es increíble. Kake y Sergio deciden levantar el pie y buscan su propia marcheta. Los volveremos a ver en Meta. A José lo perdemos en la parte final desde Rioseta. Este año se pasa Candanchú por la parte nueva, se evita el pueblo, y son un poco más duros. A esas alturas se nos ha unido David Pérez, que nos acompañará el resto de la prueba hasta un inoportuno pinchazo en Portalet. Gracias David, ha sido un placer rodar contigo y rodar detrás de ti en los llanos un lujo. Coronamos y nos lanzamos hacia abajo. Bajamos bastante rápidos y vamos pasando a gente hasta que nos integramos en un gran grupo que va muy deprisa. Nos dicen que es el segundo grupo. Es un buen ritmo y nos quedamos en él. José “Conku” entra en ese grupo unos kilómetros más tarde después de un gran esfuerzo en el descenso. ¡Qué clase tiene el artista!.

Giro a la derecha y llega la hora de la verdad. Marie Blanque. En la parte “fácil” vamos cogiendo ritmo. No quitamos el plato y Patricia sigue sin dar muestras de cansancio. Seguimos bien. Ayudo a la Tata a quitarse el chaleco, nos bajamos los manguitos y afrontamos esta monstruosidad de puerto. Subimos los últimos cuatro kilómetros a 10 km/h, seis minutos cada kilómetro, cómo un reloj. Sabemos que con eso nos vale. Hay mucho calor entre los árboles, se suda mucho y se hace eterno, pero de pronto se empieza a ver mucha más gente en las cunetas, el último kilómetro está plagado de espectadores animando y oímos una voz conocida en la última curva. Es Lourdes Cayetano, ganadora la anterior edición, animando a Patricia y diciéndole que es la primera chica en la prueba. Nos reímos (sólo un poco que vamos sufriendo) y coronamos Marie Blanque con 3 horas y 1 minuto exactos de cronometro. Miro con complicidad a José, los dos dominamos perfectamente los tiempos, y nos damos cuenta que hoy es “el día”. En la bajada hablamos un momento y José me comenta el tiempazo en el que vamos. Yo le digo que salvo hundimiento en Portalet vamos a estar sobre las 6:15. Es increíble, pero me queda la duda de si Patricia estará forzando más de la cuenta superada por el escenario. No debería dudar, me ha demostrado muchas veces que no falla nunca.

Yo comiendome un manguito. Ya intuía que me esperaba un día duro. (Foto Abel Saez Bilbao)

Patricia y José en la parte más dura de MB. (Foto Abel Saez Bilbao)

El trio coronando MB. Que ratico más bueno este último kilómetro.

Concentración bajando.
 
En los llanos viendo el ritmo, José parece que dice "Pero habrá que comer, ¿no?".

En los llanos a Laruns David Pérez nos enlaza de manera magistral con un grupo en el que nos quedaremos, su ritmo es bueno. En ese grupo van tres conocidos del CC Utebo: Carlos, Chama y Jorge, con los que pasaremos el resto de la prueba. Empezamos Portalet, rápidos en la zona de abajo, con el plato en muchos momentos. En ese grupo tira José Antonio Ostariz, con el que hemos coincidido en varias marchas este año, y el ritmo es muy bueno. En la central eléctrica pincha David, una lástima. El grupo se parte en dos y nos quedamos en el grupito trasero. Yo sigo marcando un ritmo exigente y Patricia en ningún momento pide “menos”. Tampoco “más” (menos mal). En la presa nos volvemos a acercar al grupito que se había ido, prueba de que nuestro ritmo sigue siendo bueno. El llano de después de la presa lo aprovechamos para comer y beber pero con un buen ritmo y al comienzo de las viseras el grupo vuelve a estar compacto. En las viseras Carlos García pone una marcha de lo más durilla y a falta de tres kilómetros para coronar me doy cuenta de que la rueda de Patricia adelanta a la mía. Me doy cuenta de que Patricia ya va mejor que yo en ese momento, yo noto el cansancio del trabajo realizado y la Tata tiene un gran día, y le digo que se vaya ella para arriba. Ni oír hablar de eso, me pega un grito con juramento incluido que deja mudo al grupo y no me queda otra que rebuscar en los manuales de ciclismo olvidados hacía muchos años, tirar de conocimientos y perrería, y pasar sufriendo ese mal kilómetro. Afortunadamente algo he aprendido en estos años y tirando de desarrollo me rehago en la parte final. En ese tramo no sólo he sufrido yo, José “Conku” no ha podido con el duro ritmo y se ha soltado, aunque mínimamente, lo que le permitirá coronar muy cerca. Con esfuerzo coronamos Portalet. Miro el crono: 1 hora 25 minutos nos ha costado subir este largo puerto. El mejor registro de Patricia: sencillamente alucinante. Uno de los puntos más comentados en esta edición: la mejora de la seguridad en la marcha, carreteras cerradas sobre todo, hicieron que hubiese menos gente en Portalet. A mí personalmente me parece el mejor momento de la marcha. Es una de las cosas que la hace única. Este año quedaba una pequeña sensación de vacío, algo te faltaba, en esos kilómetros pero… GRACIAS a todos los que estuvieron y GRACIAS a los que habéis estado todos estos años. Sois alucinantes. Esos ánimos nos hacen volar en ese tramo y nos hacen sentirnos especiales. No os podéis imaginar lo que se siente cuando te animan decenas de voces a la vez y cuando pasas por ese pasillo de gente. Por favor no dejéis de hacerlo.


Coronando Portalet. Si la cara es el espejo del alma, la mía lo dice todo (Foto Fernando Sánchez).

A Patricia también le cuesta. 1 hora 25 minutos de crono en Portalet el día de la marcha no es para menos (Foto Fernando Sánchez).
Como si de un tandem (están de moda) se tratara. Portalet abajo.

La bajada de Portalet, como todas en esta edición, la hacemos deprisa. La gente en el grupo empieza a darse cuenta del tiempo posible que se va a marcar en meta. Los chicos del Utebo (gracias a los tres) y yo mismo pasamos a relevos cortos y el ritmo es buenísimo hasta el Pueyo. Queda subir Hoz de Jaca. A estas alturas un mero trámite en la Quebrantahuesos. Aquí Patricia sufre en el duro kilómetro final y oigo uno de los pocos “menos” de la mañana. Me quedo más tranquilo y mi orgullo vuelve a su sitio. Coronamos Hoz de Jaca y para abajo. 

Dirigiendo al grupo en la aproximación a Hoz de Jaca.

Este año tocaba apretar los dientes mucho rato.

En la parte final de Hoz de Jaca. Ya estaba casi todo hecho.

En nuestro grupo tres ciclistas se van contra las protecciones en la segunda curva de herradura (otra vez un gran trabajo de los voluntarios y la gente que da seguridad a la prueba) dando muestras de lo cansada que va mucha gente a estas alturas. Nosotros sin ningún percance acabamos la bajada y pasamos el repecho dolorosísimo de Bubal sin problema. Arriba organizo un poco el grupo con la gente de Utebo y Chama se da cuenta de que voy muy pendiente de Patricia. Me dice que ellos tiran y que yo me quede atrás y la proteja en el grupo. Me ha leído el pensamiento. Está todo hecho, sólo un pinchazo o una caída nos apartaría del éxito en este último tramo. Por primera vez en muchos años hago estos últimos kilómetros rodando dentro del grupo tapando el viento a Patricia y evitando algún posible percance. 

Rodando tranquilo protegiendo a Patricia en los últimos kilómetros.

Escasamente media hora después entramos en la variante de Sabiñanigo. Miro a Patricia a la que se le están cayendo las primeras lágrimas, las mías aparecen en la recta de meta. Miro el crono y se lo señalo a Patricia. Javier Gómez, el speaker oficial de la prueba, grita el nombre de Patricia cuando cruza la meta. “En meta Patricia López, la zaragozana, los hermanos López, los tatos”  dice. No lo podemos evitar, nos abrazamos nada más cruzar la meta llorando a lágrima viva. “¿Cuánto tiempo?” me pregunta Patricia. “6 horas 12 minutos 21 segundos” le contesto. Mi hermana grita y vuelve a abrazarme “va por ti Tato” me dice. Para mi es más que suficiente. Que mejor manera de acabar un ciclo de veinte años. Todos nuestros objetivos conseguidos y superados. Patricia marcaba el mejor registro histórico de una fémina en la QH. El anterior lo poseía la profesional Fabiana Luperini con 6:16. Unos momentos más tarde nos abrazamos con la familia que estaba esperando nuestra llegada, todo muy emotivo. Un momentazo inolvidable. Y la mirada atrás cuando veo a José Pérez “Conku” igual de emocionado y nuestro sentido abrazo. Sólo los más íntimos sabemos lo que le ha costado llegar a esto. Su mejor tiempo en la QH y su objetivo de compartir el momento con nosotros superado. GRACIAS José.

 
"Ese es tu tiempo hermana: 6:12:21. Alucina"

Un ratito más tarde, aunque no menos emotivo, llegaban otros dos hermanos: Ester y Roberto Clavijo. Ester se estrenaba en la QH y su hermano la acompaño en la aventura. Lo hizo con nota. Y todo el mundo de la grupeta de Zarabici. Vosotros sabéis quienes sois y sería muy largo nombraros. Sois GENIALES. No cambiéis. El abrazo en meta de Roberto a Patricia lo decía todo.

Y no quería acabar esta crónica sin recordar a una persona. Ángel Ramos “El Letrado” nos dejaba este año. Él fue el primero que le dijo a Patricia allá en 2010 que “tú un día ganarás la Quebrantahuesos”. Tenías razón amigo. Sigue cuidando de nosotros con Vicente. Allá donde estés… VA POR TI.

"Ya te lo decía yo"


2 comentarios:

Nicolas Ruiz Galindo dijo...

Llorando como una madalena joder!!!

Francisco Javier San Miguel dijo...

buff, yo casi igual que nicolas ruiz... pero porque no soy de llorar, que sino...
enhorabuena de las grandes y muchas gracias por compartirlo¡¡¡¡