Por fin
llegó la Quebrantahuesos. Y pasó. Ya hace dos semanas, pero nos dejó un
recuerdo que perdurará mucho tiempo. Porque nos gusta la bicicleta, porque nos
gusta el ambiente que crea, porque nos da muchas cosas en todos esos kilómetros
robados a nuestras familias y agendas, porque hace que seamos especiales (para
bien y para mal), porque forja relaciones y crea grupos de gente que merecen la
pena, porque nos hace sentirnos bien.
Para
Patricia y para mí esta Quebrantahuesos tenía un carácter especial. Cuando
empezamos este año 2013 nos marcamos el 22 de Junio como objetivo principal.
Queríamos bajar tiempo (6:35 era la referencia anterior de Patricia). Queríamos
bajar de 6:30 por aquello del atractivo de los números redondos y queríamos
bajar de 6:28 que era la mejor marca en féminas conseguida por una no
profesional, la formidable Lourdes Cayetano. Mi hermana, aunque no me lo dijo en ningún
momento, también tenía en mente el ganar la prueba. Le hacía mucha ilusión
poder dedicarme una victoria veinte años
después de la mía. Era un homenaje enorme que ella guardaba dentro y que
pensaba cumplir este año.
El viernes
subimos a Sabiñanigo a media tarde, como ya es habitual desde 2010 cuando
empezamos esta aventura. Una visita rápida a las carpas comerciales, saludos a
los amigos y recogida de los dorsales con el chip. Este año todo integrado en
la placa de manillar y sin dorsal de papel que colgar en el maillot. Descargar
las bicis, un último repaso a los temas técnicos, colocación de los dorsales y
preparación de la ropita del día siguiente. Al final el tiempo parece que será
bueno, salvo algo de fresco bajando Somport. Así que de corto y manguitos.
Patricia llevará chaleco porque es un poco más friolera y no se la quiere jugar
bajando. El frio del 2010 todavía lo tiene en la mente, me digo yo sonriendo.
Preparamos unos buenos platos de pasta, algo de postre ligero, una última
charla antes de ir a la cama a… no dormir por supuesto. Desde mi cama oigo durante
gran parte de la noche como Patricia da vueltas en el otro cuarto. Lo suyo es
normal, suele dormir poquito las noches de antes, pero lo mío no. Hacía muchos
años que no me costaba conciliar el sueño antes de una prueba de estas. Me doy
cuenta que aunque no lo haya notado los nervios están ahí y la tensión de tanto
tiempo está a punto de acabar. Quedan unas pocas horas para desvelar todo.
Despertador
tempranito. Un par de cafés. Tostadas y algo de fruta. Nos vestimos, damos
masaje calentador y salimos del apartamento al punto de encuentro. Nos reunimos
con José “Conku”, con Sergio y Kake para ir a la zona de salida que nos han
asignado (Gracias Roberto y Fernando, un detallazo). Entramos al cajón y nos
faltan veinte minutos que se pasan muy rápidos. La táctica es fácil: Patricia
marca el ritmo, Patricia manda. Yo abriré el grupo y José, Sergio y Kake harán
de cierre de nuestro mini-grupo. En esos últimos momentos me doy cuenta de que
lo que más me preocupa es un imprevisto, un pinchazo, una caída… el trabajo
está hecho a la perfección. El estado de forma de Patricia es magnífico, si
todo va normal conseguiremos los objetivos. Mucha gente saluda a Patricia en la
salida, que pasada lo que han cambiado las cosas en cuatro años. De ser “la
chica”, el punto simpático en la grupeta, a ser simplemente Patricia, una más y
muy bien considerada. Se lo ha ganado a pulso.
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Sergio, Kake, José Manuel, José y Patricia. Sonriendo en el cajón. |
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Salimos. Cronometro en marcha. Primer vistazo al reloj. |
Las 7:30.
Por fin. Puntualidad escrupulosa, cohete al aire y salida por las abarrotadas
calles de Sabiñanigo. Es increíble cómo se vuelca esta gente con la prueba. La
salida es normal, no se va tan rápido como otras veces. De hecho en seguida nos
encontramos en cabeza de la prueba. Qué bonito volver a estar en cabeza tantos
años después, la Tata y Conku van alucinados. Todo el asfalto por delante con
los coches de apertura de marcha y la Guardia Civil. A Conku le dan ganas de
ponerse el primero pero es muy educado, a la par que respetuoso, y se queda dónde está. La gente mira con
extrañeza a Patricia en algún rato “¿Pero
esta tía que hace aquí?” parecen preguntarse.
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Momento impagable. Rodar en cabeza de una marcha de 8.000 ciclistas. |
Empezamos
Somport. Mis piernas van geniales. Las de Patricia también. El repecho de
Villanúa y fusileros los pasamos sin enterarnos. Es la primera vez que me doy
cuenta que puede ser un gran día. Seguimos en cabeza y Patricia no ha dicho
ningún “menos”. El ritmo es increíble. Kake y Sergio deciden levantar el pie y
buscan su propia marcheta. Los volveremos a ver en Meta. A José lo perdemos en
la parte final desde Rioseta. Este año se pasa Candanchú por la parte nueva, se
evita el pueblo, y son un poco más duros. A esas alturas se nos ha unido David
Pérez, que nos acompañará el resto de la prueba hasta un inoportuno pinchazo en
Portalet. Gracias David, ha sido un placer rodar contigo y rodar detrás de ti
en los llanos un lujo. Coronamos y nos lanzamos hacia abajo. Bajamos bastante
rápidos y vamos pasando a gente hasta que nos integramos en un gran grupo que
va muy deprisa. Nos dicen que es el segundo grupo. Es un buen ritmo y nos
quedamos en él. José “Conku” entra en ese grupo unos kilómetros más tarde
después de un gran esfuerzo en el descenso. ¡Qué clase tiene el artista!.
Giro a la
derecha y llega la hora de la verdad. Marie Blanque. En la parte “fácil” vamos
cogiendo ritmo. No quitamos el plato y Patricia sigue sin dar muestras de
cansancio. Seguimos bien. Ayudo a la Tata a quitarse el chaleco, nos bajamos
los manguitos y afrontamos esta monstruosidad de puerto. Subimos los últimos
cuatro kilómetros a 10 km/h, seis minutos cada kilómetro, cómo un reloj.
Sabemos que con eso nos vale. Hay mucho calor entre los árboles, se suda mucho
y se hace eterno, pero de pronto se empieza a ver mucha más gente en las
cunetas, el último kilómetro está plagado de espectadores animando y oímos una
voz conocida en la última curva. Es Lourdes Cayetano, ganadora la anterior
edición, animando a Patricia y diciéndole que es la primera chica en la prueba.
Nos reímos (sólo un poco que vamos sufriendo) y coronamos Marie Blanque con 3
horas y 1 minuto exactos de cronometro. Miro con complicidad a José, los dos
dominamos perfectamente los tiempos, y nos damos cuenta que hoy es “el día”. En
la bajada hablamos un momento y José me comenta el tiempazo en el que vamos. Yo
le digo que salvo hundimiento en Portalet vamos a estar sobre las 6:15. Es
increíble, pero me queda la duda de si Patricia estará forzando más de la
cuenta superada por el escenario. No debería dudar, me ha demostrado muchas
veces que no falla nunca.
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Yo comiendome un manguito. Ya intuía que me esperaba un día duro. (Foto Abel Saez Bilbao) |
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Patricia y José en la parte más dura de MB. (Foto Abel Saez Bilbao) |
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El trio coronando MB. Que ratico más bueno este último kilómetro. |
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Concentración bajando. |
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En los llanos viendo el ritmo, José parece que dice "Pero habrá que comer, ¿no?". |
En los
llanos a Laruns David Pérez nos enlaza de manera magistral con un grupo en el
que nos quedaremos, su ritmo es bueno. En ese grupo van tres conocidos del CC
Utebo: Carlos, Chama y Jorge, con los que pasaremos el resto de la prueba.
Empezamos Portalet, rápidos en la zona de abajo, con el plato en muchos
momentos. En ese grupo tira José Antonio Ostariz, con el que hemos coincidido
en varias marchas este año, y el ritmo es muy bueno. En la central eléctrica
pincha David, una lástima. El grupo se parte en dos y nos quedamos en el
grupito trasero. Yo sigo marcando un ritmo exigente y Patricia en ningún
momento pide “menos”. Tampoco “más” (menos mal). En la presa nos volvemos a
acercar al grupito que se había ido, prueba de que nuestro ritmo sigue siendo
bueno. El llano de después de la presa lo aprovechamos para comer y beber pero
con un buen ritmo y al comienzo de las viseras el grupo vuelve a estar
compacto. En las viseras Carlos García pone una marcha de lo más durilla y a
falta de tres kilómetros para coronar me doy cuenta de que la rueda de Patricia
adelanta a la mía. Me doy cuenta de que Patricia ya va mejor que yo en ese
momento, yo noto el cansancio del trabajo realizado y la Tata tiene un gran
día, y le digo que se vaya ella para arriba. Ni oír hablar de eso, me pega un
grito con juramento incluido que deja mudo al grupo y no me queda otra que
rebuscar en los manuales de ciclismo olvidados hacía muchos años, tirar de
conocimientos y perrería, y pasar sufriendo ese mal kilómetro. Afortunadamente
algo he aprendido en estos años y tirando de desarrollo me rehago en la parte
final. En ese tramo no sólo he sufrido yo, José “Conku” no ha podido con el
duro ritmo y se ha soltado, aunque mínimamente, lo que le permitirá coronar muy
cerca. Con esfuerzo coronamos Portalet. Miro el crono: 1 hora 25 minutos nos ha
costado subir este largo puerto. El mejor registro de Patricia: sencillamente
alucinante. Uno de los puntos más comentados en esta edición: la mejora de la
seguridad en la marcha, carreteras cerradas sobre todo, hicieron que hubiese
menos gente en Portalet. A mí personalmente me parece el mejor momento de la
marcha. Es una de las cosas que la hace única. Este año quedaba una pequeña sensación
de vacío, algo te faltaba, en esos kilómetros pero… GRACIAS a todos los que
estuvieron y GRACIAS a los que habéis estado todos estos años. Sois
alucinantes. Esos ánimos nos hacen volar en ese tramo y nos hacen sentirnos
especiales. No os podéis imaginar lo que se siente cuando te animan decenas de
voces a la vez y cuando pasas por ese pasillo de gente. Por favor no dejéis de
hacerlo.
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Coronando Portalet. Si la cara es el espejo del alma, la mía lo dice todo (Foto Fernando Sánchez). |
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A Patricia también le cuesta. 1 hora 25 minutos de crono en Portalet el día de la marcha no es para menos (Foto Fernando Sánchez). |
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Como si de un tandem (están de moda) se tratara. Portalet abajo. |
La bajada
de Portalet, como todas en esta edición, la hacemos deprisa. La gente en el
grupo empieza a darse cuenta del tiempo posible que se va a marcar en meta. Los
chicos del Utebo (gracias a los tres) y yo mismo pasamos a relevos cortos y el
ritmo es buenísimo hasta el Pueyo. Queda subir Hoz de Jaca. A estas alturas un
mero trámite en la Quebrantahuesos. Aquí Patricia sufre en el duro kilómetro
final y oigo uno de los pocos “menos” de la mañana. Me quedo más tranquilo y mi
orgullo vuelve a su sitio. Coronamos Hoz de Jaca y para abajo.
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Dirigiendo al grupo en la aproximación a Hoz de Jaca. |
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Este año tocaba apretar los dientes mucho rato. |
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En la parte final de Hoz de Jaca. Ya estaba casi todo hecho. |
En nuestro grupo
tres ciclistas se van contra las protecciones en la segunda curva de herradura
(otra vez un gran trabajo de los voluntarios y la gente que da seguridad a la
prueba) dando muestras de lo cansada que va mucha gente a estas alturas.
Nosotros sin ningún percance acabamos la bajada y pasamos el repecho
dolorosísimo de Bubal sin problema. Arriba organizo un poco el grupo con la
gente de Utebo y Chama se da cuenta de que voy muy pendiente de Patricia. Me
dice que ellos tiran y que yo me quede atrás y la proteja en el grupo. Me ha
leído el pensamiento. Está todo hecho, sólo un pinchazo o una caída nos
apartaría del éxito en este último tramo. Por primera vez en muchos años hago
estos últimos kilómetros rodando dentro del grupo tapando el viento a Patricia
y evitando algún posible percance.
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Rodando tranquilo protegiendo a Patricia en los últimos kilómetros. |
Escasamente media hora después entramos en
la variante de Sabiñanigo. Miro a Patricia a la que se le están cayendo las
primeras lágrimas, las mías aparecen en la recta de meta. Miro el crono y se lo
señalo a Patricia. Javier Gómez, el speaker oficial de la prueba, grita el
nombre de Patricia cuando cruza la meta. “En
meta Patricia López, la zaragozana, los hermanos López, los tatos” dice. No lo podemos evitar, nos abrazamos nada
más cruzar la meta llorando a lágrima viva. “¿Cuánto
tiempo?” me pregunta Patricia. “6
horas 12 minutos 21 segundos” le contesto. Mi hermana grita y vuelve a
abrazarme “va por ti Tato” me dice.
Para mi es más que suficiente. Que mejor manera de acabar un ciclo de veinte
años. Todos nuestros objetivos conseguidos y superados. Patricia marcaba el mejor registro histórico de una fémina en la QH. El anterior lo poseía la profesional Fabiana Luperini con 6:16. Unos momentos más tarde nos abrazamos con la familia que estaba esperando
nuestra llegada, todo muy emotivo. Un momentazo inolvidable. Y la mirada atrás
cuando veo a José Pérez “Conku” igual de emocionado y nuestro sentido abrazo. Sólo los más íntimos sabemos lo que le ha costado llegar a esto. Su mejor tiempo en la QH y
su objetivo de compartir el momento con nosotros superado. GRACIAS José.
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"Ese es tu tiempo hermana: 6:12:21. Alucina" |
Un ratito
más tarde, aunque no menos emotivo, llegaban otros dos hermanos: Ester y
Roberto Clavijo. Ester se estrenaba en la QH y su hermano la acompaño en la
aventura. Lo hizo con nota. Y todo el mundo de la grupeta de Zarabici. Vosotros
sabéis quienes sois y sería muy largo nombraros. Sois GENIALES. No cambiéis. El
abrazo en meta de Roberto a Patricia lo decía todo.
Y no
quería acabar esta crónica sin recordar a una persona. Ángel Ramos “El Letrado”
nos dejaba este año. Él fue el primero que le dijo a Patricia allá en 2010 que “tú
un día ganarás la Quebrantahuesos”. Tenías razón amigo. Sigue cuidando de nosotros con Vicente. Allá donde estés… VA
POR TI.
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"Ya te lo decía yo" |
2 comentarios:
Llorando como una madalena joder!!!
buff, yo casi igual que nicolas ruiz... pero porque no soy de llorar, que sino...
enhorabuena de las grandes y muchas gracias por compartirlo¡¡¡¡
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