EL REGRESO DESDE SANTIAGO

Esto no se acaba: "El retorno".

Santiago de Compostela - Zaragoza

Kilometros 845

Tiempo empleado 7 horas 30 minutos

Media 112,66 km/h.

El despertar ha sido muy agradable. Uno nervioso porque quería salir, otro que no sabía donde estaba su compañero de habitación, ¿Qué quien me lleva la bici?, ¿Qué cuantas horas hay de viaje?, ¿Qué por donde se coje la autovia?, ah! Y Gilito buscando su trofeo que celosamente guardaba el letrado. Manolo y Mariano se han dedicado a jugar al Tetris para cargar la furgoneta. Al final se han pasado la pantalla y lo han conseguido.

Jugando al Tetris

Últimos preparativos

No llevabamos ni diez minutos de viaje, aún se olía el incienso del botafumeiro, cuando Carmelo el Aguelico ha empezado a refunfuñar. Farfullaba frase inteligibles  UUMMGGFFZZZXXRRR y a las tres horas de viaje ha amenazado con mearse encima de Serafo, o en su defecto en un bidón (también de Serafo). No nos ha quedado otra que parar en mitad de la autovía como acreditan los documentos gráficos. “¡Cabrones! No decíais nada y habeis bajado a mear todos, hay que joderse”. Reanudada la marcha hemos parado 500 metros más tarde a comer en una excelente area de servicio.

"¡Ya esta bien!, para de una vez"

A discrección a izquierda...

Y derecha.

Estamos de nuevo en la furgoneta. Sopor vespertino, ni los organismos más privilegiados (unos por fisica pura y otros por lo que suponemos quimica) se sustraen a los poderosos brazos de Morfeo. Mariano, que se encontraba muy despierto, quería conducir a toda costa. Gilito decide llevar la furgoneta y Manolo durante todo el viaje de acompañante se aferra al barandao del techo,  creemos que con el fin de que este no salga volando, lo cual tranquiliza a los pasajeros de los asientos traseros. Mariano le ayuda a ratos y se agarra a la puerta lateral, también para que no salga volando.

Buen panorama. La furgo era comoda.

Se encontraba despierto para conducir... ¿o no? Detalle Livestrong.

Estos si que condujeron... Gilito mejor que José Manuel.

Agarrado para que el techo no vuele.

Ni el portón lateral.

Se nos ha colado un ganso en la furgoneta. No nos deja dormir. ¿Qué se le va a hacer? Pues nada a comer palmeras. Manolo ha convertido en un hábito el alternar palmera-cigarro-palmera-cigarro. Mientras el equipo de redacción del Blog  no para de reirse y de redactar las crónicas.

Angel sujetaba el ganso que no dejaba dormir. Ignacio le ayudaba.

Manolo con las palmeras de chocolate cortesía de Felix Gil.

El equipo de redacción del blog.

Por fin, tras lo que ha sido un agradable, ameno y divertido viaje hemos llegado a Zaragoza.

PD. A estas horas nadie sabe lo que ha sido de nuestro nutricionista. Lo dejamos hidratandose en Santiago.