La otra cara de Lance Armstrong. ¿Exhausto de luchar?. |
Viernes
y Sábado, tres de la mañana. Madrugada en España. Hora de estar en la cama
durmiendo, o enfrentándote a tus pesadillas. O en algún lugar de Texas (EEUU)
puedes estar confesándote en un intento de ahogar a tus demonios. Esto último
es lo que Lance Armstrong eligió hacer después de 13 años de mentiras,
que no de silencios.
En
una entrevista grabada con Oprah Winrey, su amiga periodista (no es un secreto
que guardan una muy buena relación), el americano confesó sin tapujos su dopaje
sistemático en sus siete Tours victoriosos.
Una
muy buena entrada de entrevista, obligado a contestar con sí o no, dejó claro
por dónde iban a trascurrir los cauces de la conversación.
“¿Te has dopado? Sí.”
“¿En los siete Tours?
Sí.”
“¿Es posible ganar
siete Tours sin doparse? No, en mi opinión.”
“¿Te arrepientes? No
en aquel momento.”
“¿Tenías miedo de que
te pillaran? No.”
Claro.
Directo. Conciso. Posteriormente fue explicando y contestando muchas de las
preguntas de Ophra con frases que dejan claro la magnitud del problema que se iba creando a lo largo de todos esos años.
“Me siento humillado y
avergonzado.”
“Me dopaba por el afán
de ganar a cualquier precio.”
“Solo intentaba
perpetuar la historia.”
“Aquel tipo se sentía
invencible, le dijeron que era invencible y de verdad pensaba que lo era.”
“¿Qué usabas? Mi
coctel, por así decirlo, era EPO pero no mucha, transfusiones y testosterona.”
“En mi opinión era
parte de mi trabajo.”
“No voy a dar nombres,
no quiero dar nombres.”
“No tuve más acceso
que los otros.”
“Yo no inventé esta
cultura. No quiero culpar a nadie, yo tomaba mis propias decisiones."
"No sentía que estaba haciendo trampas. Busqué en el
diccionario la definición de trampa, que era tomar ventaja sobre un enemigo. No
lo sentía. Todos jugábamos igual."
"¿Crees que el volver a la competición te hace
estar aquí ahora? Sí, estoy convencido que mi vuelta hizo esto.”
"Creo que me lo
merezco, por supuesto que me merezco el castigo"
"Se sienten
traicionados. Me apoyasteis al límite y os mentí, lo siento. Me comprometo a
pasar el tiempo que sea para compensar el daño, aunque sé de sobra que no se
puede."
El
análisis de alguna de las frases tiene mucha miga. Tanto por lo que dice, como
por lo que calla. Por ejemplo…
Se
dopó en los siete Tours, y habla de refilón de que antes existían las
cortisonas. Vamos que la generación de los primeros 90, pre-EPO, ya tenía cosas
que usar. Esto no es nuevo, la anterior con anfetaminas y cuando la historia
era en blanco y negro la cafeína y los estimulantes volaban. Que el dopaje no
lo ha inventado él, y que el deportista que quiere siempre ha hecho trampas.
Que
en su opinión no su puede ganar siete Tours sin dopaje. Ahí amiga Ophra has
estado lenta, le tenía que haber preguntado ¿Y cinco? ¿Y uno? Me hubiese
encantado escuchar la respuesta.
Me
asusta el que no tuviese miedo de que lo pillaran. Lo mecanizado y asumido que
tenían el asunto. Era parte de la cultura. Que estaba ahí. Y yo personalmente
le creo. Sólo que él añadió el “american way”, lo mejoro, lo institucionalizó
en su equipo y creó un personaje mediático, un monstruo que en última
instancia, y por su prepotencia y arrogancia, se le fue de las manos. "Fuí un capullo prepotente" llega a decir en la entrevista.
El
tipo arrogante sigue estando ahí, como Armstrong bien dice. De hecho me encanta
la parte en la que explica el coctel “EPO, but not a lot” (EPO, pero no mucha).
Vamos que lo admito, pero sólo la puntita. No te creas que me hacía falta mucha
para ganar a los otros. Abusón.
Otra
de mis partes preferidas. Definición de trampas en el diccionario. Jolín, que
bien llevado. Si no tomo ventaja sobre otros no son trampas, luego y por
definición estoy diciendo (sin decirlo) que los demás iban como yo. "No tuve más acceso que los otros", toma ya, en la línea de flotación del resto de los niños. Fin. Punto
y pelota. No voy a dar nombres. ¡Toma claro! Estarías bajando al nivel de los
que te acusaron, chivatos… puffff.
Creo
sinceramente que realmente le fastidia el tema de la fundación. Es una muy
buena idea que él ahora mismo, por su egocentrismo, narcisismo y orgullo ha
puesto en peligro. Ha decepcionado a mucha gente y les ha engañado en un tema
muy delicado. Creo que está muy tocado en ese tema. De hecho dice que es su
peor momento, cuando toca fondo, cuando le dicen que abandone la fundación.
Aunque personalmente creo que la gente que lo aprecia y le sigue queriendo, los
enfermos de cáncer que veían un modelo a seguir, pueden quedarse con el tipo
que venció la enfermedad y que luchó a tope para salir. Olviden al personaje
que creció después con sus victorias épicas en el Tour. Sobrevivir ya era un
triunfo, y sirvió de ejemplo para mucha gente.
¿Merece
el castigo? Por supuesto que sí. Claro que sí. Hiciste trampa. Te han pillado.
Y además negaste todo de la manera más intimidante y abusona que pudiste encontrar.
Lo que te cae ahora es lo merecido. Pero… ¿sólo a él?.
De
hecho a mí me queda una reflexión después de toda esta confesión: Lance
Armstrong ha confesado. Hizo trampas. Engañó. Luego los corredores directamente
perjudicados por sus “tramposas victorias” deberían de estar ahora mismo
haciendo fila en los juzgados reclamando lo que en justicia es suyo, los
títulos y las recompensas económicas. Pero tengo la sensación de que no lo
harán. ¿Por qué? Porque todos eran víctimas y beneficiados de un mismo sistema
y cultura deportiva. Bueno, casi todos.
Esto
entre otras muchas cosas fueron las que dijo Lance Armstrong. En una buena
entrevista, no la mejor en mi opinión, porque se debería de haber sido mucho
más incisivo y se hubieran podido aclarar muchas cosas. Se podría mejorar mucho
este primer paso que ha dado. Se me ocurre que podría dar otra entrevista a
David Walsh, periodista británico y autor del libro “LA Confidencial” que
acusaba a Lance de dopaje, pedirle perdón porque “tú tenías razón y yo mentía”
y exponerse a otro tipo de preguntas no tan pactadas. Quizá ese si fuese un
verdadero comienzo para entender porque existe el dopaje de este modo en el
ciclismo y como se puede intentar atajar. De hecho tampoco se puede saber cuánto
de medido y operación legal hay en esta entrevista de Armstrong. Cuánto le intersa la entrevista y si es cien por cien sincera.
¿Mi
personal opinión? Desde que el deporte pasa a estar relacionado con el dinero,
se profesionaliza, hay mucho que ganar, y encontrará siempre a personas
dispuestas a pasar la raya para beneficiarse, para ganar a cualquier precio. En
ocasiones ni siquiera tiene que ser por dinero, simplemente por el placer de
ganar o sentirse superior. Es la naturaleza humana y eso es complicado de
cambiar.
3 comentarios:
Necesitariamos las opinion de Goyo Jimenez, experto en asuntos americanos. Hasta la llegada en masa de americanos el ciclismo habia funcionado.Cada epoca tuvo sus campeones y sus metodos de dopaje. La llegada del whopper (cosa enorme) lo cambió todo. Todo a lo grande; victorias, contratos, demandas, venganzas...
Ullrich ha dicho que el también confiesa, pero si la entrevista se la hace Arguiñano en hora punta...
Miguel: Estaría bien la opinión de Goyo en este asunto :-) y es cierto que el whopper lo cambió todo (Incluso tallas de pantalones).
Chaly: No creo que Ullrich entendiese los chistes ni las canciones de Arguiñano, pero me gustaría verlo.
Saludos.
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