Y MAÑANA... PARIS ROUBAIX

Sábado 9 de Abril. Mañana dos citas importantes: 

1. La primera cicloturista del año para la mayoría de nosotros, "La Monlora". Para el que más y el que menos es el primer toque de contacto con un dorsal y un chip que nos va a decir "donde estamos" en esta primera parte del año. Ya os contaremos como nos va.

2. Por la tarde, ya en el sofá, cita importante: Mañana es la Paris-Roubaix, el llamado "Infierno del Norte", también llamada "La clásica de las clásicas", y ahí estaremos peleando para no perder detalle de lo que los artistas profesionales hacen en esta tremenda cita histórica del calendario.

Así que hagamos un poco de historia. Es una de las cinco pruebas clásicas conocidas como monumentos del ciclismo, junto a la Milan San Remo, el Tour de Flandes, la Lieja Bastogne Lieja y el Giro de Lombardia. Se disputó por primera vez en 1896 y su ganador fue el aleman Josef Fischer.

Herr Josef Fischer, allá por 1896... los culotes blancos no los inventamos nosotros.

Lo que convierte a la París-Roubaix en una carrera única es la extrema dureza del terreno por el que se disputa, el pavés. Pese a que existen otras pruebas que transcurren por tramos adoquinados, ninguna de ellas acumula tantos kilómetros sobre este tipo de superficie, rondando siempre, según el recorrido, los 50 kilómetros. Estos tramos, cerca de 30, que se suceden más o menos desde el kilómetro 100 de la prueba hasta la misma localidad de Roubaix, pueden llegar a rondar los 4 kilómetros y están calificados con estrellas, siendo aquellos de 5 estrellas los considerados de mayor dureza. Esta categorización se establece en función del trazado del tramo, de su distancia y del estado en que se encuentre el pavés. Entre los más conocidos está Foret  D´Aremberg y el Carrefour de L´Abre, ambos, junto al tramo de Mons en Pevele, los únicos calificados con las mencionadas 5 estrellas.

Foret D´Aremberg, un punto mítico de los clasicomanos.

Desde siempre Aremberg ha sido un punto clave.

En 2010 al paso por Aremberg Cancellara ya mostró sus intenciones

Otras particularidades de esta carrera son su lugar de finalización y el trofeo que se entrega al vencedor. Desde su primera edición, la París - Roubaix finaliza en el velódromo de Roubaix. Los participantes, después de pasar por línea de meta aún tienen que completar una vuelta completa al anillo para finalizar la prueba. Cuando el vencedor sube al podio, el trofeo que recibe es una réplica de los miles de adoquines por los que ha tenido que pasar para llegar hasta allí.

Tom Boonen besando uno de los tres que tiene en casa. ¡Que envidia!

Pero si hay una imagen simbólica de la extrema dureza y singularidad de esta carrera, son los rostros llenos de barro de los corredores. Debido a las fechas en que se disputa, segundo domingo de abril, una semana justo después del Tour de Flandes, es habitual que, si no llueve en el transcurso de la carrera, al menos lo haya hecho en las horas o días precedentes. Este hecho, unido a que en los tramos de pavés, el polvo y la arena son mucho más abundantes que en una carretera asfaltada, provoca que muchos kilómetros discurran por auténtico barrizales. Esta peculiaridad, junto a la estrechez de los tramos de pavés y la dificultad que entraña circular por ellos, son la principal causa de las numerosas caídas que tienen lugar todos los años. Y esta peculiaridad fue la que llevó a un corredor como Sean Kelly a afirmar que "una París-Roubaix sin lluvia no es una auténtica París-Roubaix".

Sean Kelly ganador en 1984 y 1986, llenito de barro, como a él le gustaba.

Hincapie y Museeuw en el elemento natural del Infierno del Norte

Con barro Foret D´Aremberg parece un campo de batalla.

Roger De Vlaeminck "El gitano"... ¿porque lo llamarían así?

El corredor que más veces se ha impuesto es Roger de Vlaeminck, conocido como "El gitano" o también admirativamente "Monsieur Paris-roubaix", en cuatro ocasiones (1972, 1974, 1975 y 1977). Hay un grupo de 7 corredores que se ha impuesto en 3 ocasiones, entre ellos Eddy Merckx, Francesco Moser, el gran Johan Museeuw y su discípulo y único que puede igualar de momento el record el belga Tom Boonen. Por países es Bélgica quien más ha ganado: en 53 ocasiones, seguidos de los franceses en 28 ocasiones. En España no nos hemos estrenado, pero Juan Antonio Flecha ha sido segundo y tercero en 2007 y 2010.

Entrenar la Roubaix también es doloroso, que se lo digan a Gustav Larsson

Vaya edición aquella de 1996. El show de Mapei. Museeuw, Bortolami y Tafi.

Bueno nada más. Mañana a sufrir un poquito por la mañana y a disfrutar un buen rato por la tarde.