Con las piernas todavía curiosas de la salidita del sábado, al final los más de 130 km que salen al llegar a casa a casi 34 km/h de media se notan, nos hemos plantado esta mañana en la Plaza de España para hacer la Vuelta a Tosos. Un buen grupo el que nos hemos reunido.
De salida nos hemos organizado unos cuantos en una bonita rueda de relevos, que hacía recordar a la de ayer, y con un ritmo majete hemos llevado al grupo hasta Mezalocha. En la recta anterior a Mozota nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de ver ciclando a Ángel Ramos "El letrao", la alegría ha sido grande, unas pocas risas y hemos quedado para vernos posteriormente en Muel. Ha sido sin duda el momentazo de la mañana.
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| Ángel e Ignacio rodando juntos y sonrientes |
En Mezalocha, y viendo que el ritmo cada vez era más alto, he propuesto subir en el "modo grupeta de sprinters del Tour", ha sido aceptado. Pero como Alberto Matute me ha recordado amablemente la grupeta del Tour sube más que nosotros. En Mezalocha el grupo de almorzadores ha dado la vuelta para hacer su parada en Muel. Gente sabia sin ninguna duda.
A los "corredores" y a "los que nos puede el ansia viva" hemos seguido a un ritmo todavía mayor hacia Villanueva y el posterior punto culminante de la jornada: Tosos. Cabroncete de puerto, corto pero exigente. El ritmo aumentaba, los que tirábamos eramos menos, y la cosa se ponía más seria. Al llegar al "repecho de Nicolás" (Aclaración: El repecho anterior a Tosos, sí, ese pestosete que tiene record en cuanto a salidas de cadena por cambios repentinos cuando te lo encuentras de golpe, merece su nombre en honor a Nicolás Ruiz que era incapaz en sus tiempos mozos de pasar por él sin arrancar. Nos hemos llevado "ostias" gloriosas en esa zona gracias al amigo Nico), bueno decía que al llegar al repecho en cuestión hemos tenido un pequeño susto con un coche que bajaba. El automovilista pensaba que era Sebastian Loeb y ha trazado la curva ciega como si cronometrasen su tiempo (si en vez de un grupo de ciclistas hubiesemos sido un tractor la cosa hubiera cambiado para él). Un pequeño enganchón entre ruedas y un roce con el retrovisor del coche han salvado la situación. Con la adrenalina a tope por la situación vivida hemos llegado a todo cisco a Tosos, donde cada uno ha ido a su sitio. Yo he encontrado rápido, rápido el mio al final de la fila y he sufrido un poquito para subir. Por delante Ricardo Catalán y José Carlos Gil han subido bien, bien, bien.
Arriba de Tosos reagrupamiento de todos, una sana costumbre que ya es normal entre nosotros. El viento se ha ido levantando a lo largo de la mañana y con este de cara totalmente nos hemos organizado a relevos para llegar a Muel, donde el grupo de almorzadores estaba acabando su ritual de domingo. Hemos salido todos juntitos y hemos bajado de una forma tremendamente civilizada a Zaragoza. Rodando cómodamente y disfrutando del final de la jornada. Otro buen día de bici en el fin de semana.
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