MONLORA 2011... PRIMERA DEL AÑO

Gran día de ciclismo el domingo en Luna.  Salíamos en la que para el grupo era la primera cicloturista de la temporada. La Monlora. A diferencia del año pasado, y a pesar de que Ángel Ramos “El letrado” nos lo había prometido no ha llovido. Hemos roto una tradición, siempre la habíamos hecho con una agradable lluvia que nos dejaba los pies helados y carica de desamparados. Y no ha llovido porque el cierzo ha soplado de tal manera que no había manera de que se formase una puñetera nube.

Los molinos de viento por la mañana avisaban de lo que nos esperaba.

De salida, al contrario que el año pasado, el coche de control ha llevado un ritmo fantástico hasta la salida de la localidad de Luna. Una vez allí salida lanzada y a todo cisco hacia el primer repecho. Nosotros formamos una grupeta con Patricia “La tata”, Roberto Clavijo y Kake, de Zarabici, que hemos mantenido durante toda la mañana. Un poquito por detrás venían Ignacio y Ángel. Por delante José Carlos Gil “El Potro” y Félix Gil “El Potrillo” abrían camino. Agustín Pallarés también se lo tomó con ganas e iba en grupetas delanteras, su entrenamiento francés está empezando a dar frutos. 

Hemos pasado el primer repecho a buen ritmo y una vez arriba hemos comprobado lo fuerte y racheado que soplaba. Hemos cogido nuestro ritmo de crucero y a rodar que son dos días. Al poco de coger las rectas hacia Ayerbe primer susto: montonera que vemos que se forma delante y observamos como José Carlos es uno de los afectados. Le preguntamos pero parece que no lleva nada. Tiene mala pinta y poco que hacer, así que seguimos para delante. Unos kilómetros más tarde nos pasa Ignacio que va muy rápido dentro de un grupito y lo perdemos de vista. Y llega el segundo susto de la jornada: en una curva rápida a derechas empujada por el aire Patricia tiene una caída. Vaya imagen, salida de carretera por la izquierda, pasa el primer ribazo, entra en el campo “como una instalación” y cruza diez metros de campo perfectamente montada hasta que llega al segundo ribazo donde (hubiera sido milagroso otra cosa) ¡catapum! Y al suelo. Paramos, la recogemos, ponemos la bici en orden y vemos que es más el susto que otra cosa, así que palabras tranquilizadoras del amigo Roberto y a volver al ritmito anterior. Perdemos algo de tiempo pero nos damos cuenta de que hemos tenido suerte, de la  manera que ha sido la caída Patricia se podía haber hecho mucha pupa. En ese momento llegaba Ángel Ramos que ha visto la caída en directo y se nos ha unido al grupo. 

Rodamos bastante rápido hasta Ayerbe, pegaba muy racheado y lateral, así que se han formado abanicos. Es curioso como lo de los abanicos hace que la gente lo pase fatal. En una prueba de este tipo es tan sencillo como abrir cuneta en vez de cerrar cuneta, y entre todos se va más cómodo. No obstante ese episodio de Barrio Sésamo de abrir y cerrar parece que se lo perdió mucha gente. Ha sido divertido. Nosotros hemos abierto el nuestro particular y tan ricamente ¿Verdad Ángel?. Gracias a esa táctica de rodar ordenados en nuestro grupo hemos ido cogiendo gente hasta que hemos formado un grupo de lo más numeroso. En ese grupo recogemos a Félix Gil que iba por delante. Ya estamos casi todos.

En Ayerbe hemos levantado un poquito el pie para beber y comer un poquito antes del puerto. A esas alturas gracias a esa táctica de rodar ordenados hemos ido cogiendo gente hasta que hemos formado un grupo de lo más numeroso. Tras pasar el puente sobre el rio nos alegramos de ver que José Carlos se ha repuesto de la caída y acompañando a Cesar Laínez al que ha traído, según palabras de Cesar “más rápido de lo que he ido en mi vida en bici”, llega al grupo y nos acompañan el resto del recorrido. El puerto lo hemos subido a una marcheta cómoda y arriba del mismo pillamos a Ignacio, ahora sí que estamos todos. Bueno… sin noticias de Agustín. Como detalle comentar que en esa zona nos ha visitado Chema San José, que se ha unido un ratito para ver el ambiente ciclista. Las fotos son suyas, gracias Chema y Esther. También Mariano Latas andaba por ahí viendo la prueba.

Ignacio en solitario camino del puerto largo.

Visita de cortesía de Chema. Blanco primera comunión.

Desde el alto del puerto a Luna me han dejado amablemente marcar un ritmito rápido que nos ha llevado en un periquete al pie de la última subida. Una vez allí, y agradeciendo el cierzo que nos ayuda en la subida, damos cumplida cuenta de la famosa subida al Santuario de Monlora todos juntos en grupo, íbamos más de 45 a esas alturas, la gente que bajaba nos animaba y alucinaba de la “grupeta del helado” tipo Tour de Francia que habíamos montado y acabamos una marcha que nos ha encantado, mejorando todos el tiempo del año anterior en más de veinte minutos y contentos con la mañana que hemos pasado. Bonita experiencia, hasta de las caídas se aprende.

Ya se ve Monlora al fondo. ¿Miedo escenico? ¡Que vaaaa!

Ángel y José Manuel coronando Monlora.

Ignacio cubriendo los últimos metros

La grupeta feliz en la cima.

En el facebook de Zarabici Trek Bicycle Store hay colgado un breve video en el que se ve a la grupeta blanca subiendo el puerto largo de la jornada. Está chulo. Ahí va el enlace:

http://www.facebook.com/pages/Trek-Bicycle-Store-Zarabici/181822985163504

 Ahora en un tono un poco más serio (bueno, sólo un poquito) mi hermana Patricia me pide que colguemos esta aclaración por su parte en el blog. Yo que soy muy obediente lo hago. Esto es lo que dice:

“Hola a todos. 

En primer lugar daros las gracias por acogerme en este fantástico grupo con el que me lo paso de maravilla montando en bicicleta, haciendo una cosa que me encanta y que me divierte sobremanera. Me lo paso bomba con vosotros.

En segundo gracias por toda la ayuda que me dais en cada salida y en las cicloturistas en las que salimos juntos a pasarlo bien, a sufrir un ratito y a echar unas risas. 

En tercero una aclaración: Hacía más de seis años que no montaba en bici. Anteriormente salía con mi padre despacito y el año pasado decidí volver a coger la bici para hacer deporte.  A mi hermano José Manuel le encantó la idea y me dijo que me acompañaría en la aventura de hacer Quebrantahuesos. La hicimos, nos salió genial y me picó el gusanillo como a la mayoría de vosotros. Hago esto únicamente por divertirme y como un reto personal. Voy camino de abandonar la treintena (aunque me considero una jovencita risueña), tengo familia, y como he dicho salgo con la única intención de mejorar montando en bici respecto al  año pasado. Para eso intento ir lo más deprisa posible, ver donde están mis límites e intentar aprender de todos vosotros. Nada más. No soy nada competitiva con otros, me da igual quien va delante y quien va detrás. Digo esto para aclarar lo que en Monlora el domingo creo que mucha gente malinterpretó; coincidimos en el  numeroso grupo que se montó alrededor nuestro con otra ciclista fémina y parecía que iba a haber una competición de  a ver quien ganaba. Nada más lejos de la realidad, al menos por mi parte. Mi única rival soy yo (y de momento me gano cada día). Así de claro. Punto final con este tema.”