Vuelta a Flandes 2012. Personalmente uno de los mejores días ciclistas del año. Me encanta sentarme ese domingo en el sofá, después de haber entrenado, haber comido y ver como actúan los "señores de los muros". Este año había un aliciente, el recorrido había sido cambiado. Se eliminaba el sagrado Kapeelmuur, el muro de la capilla, en detrimento de un circuito final donde se subía dos veces el largo Oude Kwaremont y el durísimo Paterberg. La organización, asesorada por el dos veces ganador Peter Van Petegem, pretendía dar más dureza en la parte final, pero también cobrar entrada en ese circuito con muros. La medida se tomó en Bélgica como ofensa nacional, y ha sido duramente criticada. Habrá que ver si se mantiene o ha sido un único experimento pasajero. Prefiero el anterior.
La carrera la ganó Tom Boonen, "Tornado" Tom, "Tommeke". Lo siento, no soy objetivo, y no oculto que soy fan incondicional desde que lo descubrí trabajando en el US Postal de gregario para George Hincapie en aquella memorable París-Roubaix de 2002. En esa ocasión una vez Hincapie reventó, el joven Tom, con sólo 21 añitos, siguió adelante y logró hacer tercero. Aquel día ganó Dios -perdón, Johan Museeuw- y en el podium se encargó de decirle a Boonen que su lugar era junto a él y lejos de los americanos "Vente pa Bélgica Tom". Así fue. El resto está siendo historia del ciclismo.
Pues eso, por partes:
Que ganó Boonen el domingo, y ahora mismo es el Dios de los belgas.
Que en el Paterberg Boonen, por avería, subió con el 21 rampas del 20%, no es que se quedase, ni que suba atrancado por gusto.
Que Pozzato no hace fuerza en la bici, que flota, aunque vaya sobre adoquín.
Que Ballan es un lanzador de sprints muy bueno.
Que los "gregarios" Chavannel y Tepstra son gran parte del triunfo.
Que Sagan es muy, muy, muy bueno. Pero todavía joven para esta carrera.
Que Gilbert tiene un hermano gemelo que es el que corre este año... y es peor.
Que el ciclismo y Ronde Van Vlaanderen en Bélgica son una religión.
Que hice muchos nervios y me sigue emocionando ver estas carreras.
Y por último, y creo que no soy el único, lo que más me emocionó de toda la retransmisión fue esto...
Ver a este niño, ataviado con la camiseta del Omega, con las banderas del León de Flandes, estallar en júbilo en mitad de un campo de maíz porque su ídolo había ganado es muy, muy, muy bonito. El ciclismo sigue teniendo cosas por las que luchar. Mientras haya niños así nos queda esperanza.
Cuando busque el vídeo en internet he encontrado la historia completa. El niño encantó en su país. Se lo enseñaron a Boonen en la entrevista en directo. Boonen se emocionó. Lo buscaron. Lo encontraron. Se llama Tjorven. Es fan incondicional de Tom Boonen y al día siguiente le presentaron a su ídolo. Le regalaron una equipación y un ratito con Tom. Seguro que el chaval nunca olvidará ese día. Yo por si acaso me guardo el nombre y dentro de diez años (por ejemplo) lo buscaré entre los futuros ciclistas. Me gustaría pensar que aquel chaval se convierte en uno de los grandes. Sería una bonita historia.
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| Tjorven y Tom. Felicidad absoluta. |
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